lunes, 22 de octubre de 2007

un gato que no podia dormir 3


Peco despertó a las seis de la mañana, luego de estirarse como cualquier gato decidió ver a peco por última vez.
Uno de los dos se levantó al ver al gato y le dio un plato con leche, lo cual agradeció con un roce de pierna. El hombre le dijo.-Eres un gato muy bonito pero no podría cuidarte. Peco solo pasó entre sus piernas, luego tomo su leche.

A las dos horas Peco continuó con su viaje hasta el mundo ideal de gatos y perros pero no tenia las ganas para continuar así que durmió unas horas,y se despertó para comer luego siguió su viaje.

Ya en el atardecer Peco subió a la so tea de un edificio y camino por el techo uno tras otro hasta encontrarse con un gato viejo que solo lo miro y siguió durmiendo,el seguía con su camino bajo en una rampa y se encontró con una gata la gata le dijo: deja de vagar en la oscuridad y vive tu vida. Peco le respondió perdí a mi amigo, un gato es amigo de un perro no me digas decía eso mientras se limpiaba.
- Si no me crees es cosa tuya. No puedo dormir porque me siento culpable de lo que le sucedió.
Tú hiciste todo lo posible para que el viviera pero el murió fue su destino.
- Mira no se pero los gatos antiguos decían que si un gato y un perro se llevaban bien había un rito para que pudieran verse y pedir perdón pero tienes que ir a un sitio especial.
- Y como voy a saber cual es es lugar especial.
- Sólo tu corazón lo sabrá.
- Gracias.
Peco continuo con su viaje para encontrar ese lugar especial para perdonarse con peco.

sábado, 13 de octubre de 2007

La última vez que te
hable sin haberte conocido me dejaron sin ánimos para hablar del
arco iris...

La última vez que te acompañé
no me hablaste de tu locura para hablar sin voz...

O quizás yo sólo me quede soñando con convertir a los ángeles en
mortales de luz.

O quizás solo pude quedarme sin mostrar ese
sueño
como todos los que aún no termino de conocer.

lunes, 8 de octubre de 2007

El gato que no podia dormir 2


Como decía Lucas y Peco se fueron de mi vista a las 18:40 horas del 12 de junio.
Lucas y Peco caminaban juntos a un ritmo casi sincronizado tanto así que podías sentir su respiración.
Ambos eran tan bellos que la gente no podía diferenciar lo que eran, algunos decían que estoy teniendo alucinaciones un gato y un perro juntos caminando por la calle que imagen tan vella y tan pacifica, en ese momento ver a los dos era un ejemplo de amor para todos los seres vivientes.

Luego de haber caminado dos distritos Lucas y Peco se detubieron para descansar un rato, momentos después decidieron continuar su rumbo hacia la nada, para nosotros la nada significa perdición etc, pero para un perro y un gato la nada debe significar otra cosa derrepente un sitio para animales derrepente ellos querían ir ahí. Habrían caminado por lo menos unas 14 horas y empeso a llover Peco y Lucas pararon y se acurrucaron en un caja forrada de papel crepe y lustre...

Al día siguiente Lucas despertó a Peco y continuaron con su viaje pero ellos se sorprendieron al ver la diferencia de la gente en el día y en la noche. Los dos pensaban en su mente:
La gente caminaba casi sin verse, caminaba en un rumbo fijo no le importaba nada ni nadie, sólo su rumbo, así los dos siguieron su viaje. Un señor al verlos les dió un plato con comida y agua. Luego claro después de comer tan rico. Se dispusieron a dormir.

Ya en la noche Peco estaba llorando y Lucas con la intuición innata de los gatos le pregunto. - ¿Porqué lloras?
Y peco le contestó voy a morir Lucas.

-Ah no te preocupes mientras estés conmigo no te va a pasar nada. Luego se calmo y
se preparó para su último tramo del viaje.

A las 10:00 de la noche reanudaron su viaje y en eso Peco a pesar de que era un perro sabio no podía dejar sus instintos de perro y se puso a corretear un auto. Lucas que lo había visto se puso a corretear lo pero Peco corría más rápido que Lucas
y al final no pudo alcansarlo y vio como su amigo moria atropellado por otro carro, todo parecía como si se hubiera detenido el tiempo, pero al final nadie pudo salvar a Peco. Lucas lo olia, lo empujaba con su pata, pero no podía hacer nada. Peco había muerto y Lucas no podía hacer nada.
Entonces se quedó cuatro horas llorando y cuando Lucas se calmo se dijo así mismo:
Yo tomo tu nombre y desde esa noche ya no respondía al nombre de Lucas sólo al de Peco. Luego dos hombres al apiadarse de ambos se lo llevaron a su casa uno para ser enterrado y el otro para dormir.

viernes, 5 de octubre de 2007

Un gato que no podia dormir. 1


Había un gato sin nombre que caminaba por toda la ciudad, especialmente por los techos, raramente se mesclaba entre la gente.
No recuerdo su nombre, muchos me decían que se llamaba Lucas pero en memoria de un perro que conoció cambió su nombre por peco. Raro que un perro y un gato se lleven.
Pero estos dos si, ya que nacieron juntos o sea el mismo día.
Cierto día los vi a los dos irse de la casa y nunca regresaron. Lucas me ronroneo y me rozo mi pierna y Peco el perro se llamaba así no se porque pero mi abuela le puso así me movió la cola y los dos se fueron desde ese día.
Lo último que supe de peco ahora el gato se llama así es que no puede dormir.

Más adelante les contaré como sucedió esto.

lunes, 1 de octubre de 2007

Postal de mi suicidio

Vi mi sangre esparciéndose como un rió/ tibio como una tasa de té servida hace treinta minutos.
Me senté, encima de mi sangre y decidí agarrar un papel pintado con mis propias manos y jugar con mi propia hemorragia...

Canté una canción estúpida
acerca de mi cuerpo
que se une al viento representado por una hada con alas negras.

Durante treinta
minutos
puse mis pies en la jarra favorita de mi madre
y vi como el diminuto vidrio entraba
era mi jodida planta/
no sabes lo maravilloso que es mostrar tu cuerpo al sol teñido de rojo.

Cuando
no dije
ni una palabra yo pensaba
que había alcanzado
el sueño eterno y
en cambio
me pusieron sabanas
blancas y
con ellas/
limpiaban todo el rió de sangre
en que flotaba yo,
como una góndola
en Venecia.

A los pocos minutos
apareció en mi sueño
de muerte Amy Lee
y se arre costó conmigo
llorando lágrimas
oscuras/ luego me dijo
comparte mis lágrimas
para tomarlas a las cinco de la tarde/
disculpa pero
en mi país no hay
la hora del té, pero
agradecería que
te quedaras conmigo hasta que
ya no tenga
un maldito reflejo y sea
lo que soy un
cuerpo sin vida... Pasaron las horas
no se cuantas horas
pasaron quizás nueve, diez. O
repente un día si estoy muerto,
no me entierren,
no me lleven flores,
no me hagan
misas, sólo quemen me en una caja de cartón y una lampara de luz suave como mi voz...